Durante la adultez temprana la pareja decide que es tiempo de vivir juntos, algunas parejas prefieren cohabitar y nunca casarse, otras prefieren después del noviazgo pasar al matrimonio. La cohabitación en muchos casos es tomada como una transición antes de llegar al matrimonio, mientras se alcanzan ciertas metas financieras.
El matrimonio es considerado por los adultos jovenes, no como el matrimonio tradicional con sus papeles de género rígidos, sino que dan mas importancia a la compatibilidad y a la amistad. Hoy en día los adultos jóvenes consideran que el principal propósito del matrimonio es " La felicidad mutua y la realización personal", y no tanto los hijos y la crianza. Los adultos jóvenes en su mayoría desean casarse, pero piensan que primero deben desarrollarse como adultos profesional y laboralmente.
La edad promedio del primer matrimonio en los hombres es de 29 años y en las mujeres es de 26 años. Dar el paso a la vida marital produce grandes cambios en las rutinas diarias, en el funcionamiento sexual, los deberes, los derechos y las responsabilidades, los apegos y las lealtades. Las personas que se casan deben volver a definir el vínculo con su familia de origen, equilibrar la intimidad y la autonomía y establecer una relación sexual satisfactoria.
El matrimonio es la institución que ofrece intimidad, compromiso, amistad, afecto, satisfacción sexual, compañia, crecimiento emocional, nuevas fuentes de identidad y autoestima, además de que el individuo asume un nuevo papel al convertirse en esposo (a). El matrimonio se considera como el mejor ambiente para criar y proteger a los hijos cuando la pareja ha decidido que serán padres.
Es importante que la pareja tenga en cuenta algunos aspectos antes de convertirse en padres, como por ejemplo, ser conscientes de que la paternidad marca un antes y un despues en la vida de la pareja.
La paternidad es una de las decisiones en la vida que requiere de más responsabilidad, buena disposición y paciencia. Se supone que ha esta altura de la relación de pareja se haya dialogado seria y profundamente acerca del deseo o no de ser padres. Si bien nada es perfecto en una relación de pareja con hijos o sin ellos, es mejor estar totalmente de acuerdo acerca de este tema, por todo lo que este hecho envuelve. Esto garantiza al menos que la pareja estará caminando en la misma dirección.
"La paternidad es un oficio para toda la vida".
La paternidad requiere delimitar y clarificar cuales son las funciones que cada padre debe cumplir en la crianza del hijo. Así sé forman mejores hijos y se evitan confusiones en el niño, consiguiendo que éste se sienta confiado y aprenda a saber que esperar de cada padre.
LA FAMILIA
La familia se puede definir como un núcleo sólido conformado por personas unidas por lazos sanguíneos o no sanguíneos; donde cada una tiene una función por cumplir. Sé debería basar en el afecto, el respeto, la comunicación, y la cooperación, entre otros elementos. Idealmente debería darse un intercambio recíproco, en donde los padres son las fuentes principales de reglas, enseñanzas y amor incondicional y nutritivo.
Al interior de la familia cada individuo se prepara para vivir su vida. Esta es la razón por la cual entre mejor organizada y sólida este la familia; mejor preparado estará un individuo para relacionarse con la sociedad.
"La familia es la primera relación social en la que interactua un individuo".
La familia funcional es el tipo de familia ideal, en la que los padres establecen reglas y limites con amor y constancia; partiendo de esto los hijos aprenden a respetarse mutuamente, comunicarse adecuadamente, apoyarse unos a otros, enfrentar los problemas en forma apropiada, cada uno cumple sus responsabilidades y se dan amor el uno al otro. Todos los miembros poseen un fuerte sentido de pertenencia, trabajan, cooperan y contribuyen con entusiasmo al bienestar del grupo familiar.
"La familia es una organización en la que si inviertes tiempo con amor, todos sus miembros se benefician durante toda su vida".
Algunos pilares que sostienen a la familia son: La estabilidad en la relación de pareja, el amor en acción como constructor de la personalidad de los hijos, elementos con los que cuentan los padres para criar a sus hijos, la madre como soporte fundamental en la formación de los hijos, el padre como soporte fundamental en la formación de los hijos, un ambiente de paz y seguridad, calidad de tiempo compartido en familia, implementación y práctica de los valores dentro de la familia, la buena comunicación.
El estilo parental que los padres aplican en la crianza de sus hijos es determinante en la aparición o ausencia de problemas psicológicos. El estilo parental que hace el mejor aporte en la crianza de los hijos es el estilo autoritativo, es este el que favorece en el niño el desarrollo de un apego seguro y un buen autoconcepto, entre otros beneficios. Se caracteriza por ser flexible, democrático y cálido, pero a la vez utiliza limites claros y métodos disciplinarios amables y sensibles. Estos padres son tolerantes, muestran aceptación y dan refuerzo, a la vez que son capaces de aplicar e imponer normas. Logran la mezcla adecuada de disciplina y amor.
Los padres que trabajan unidos, con buena disposición, perseverancia y que se esfuerzan en dar lo mejor de sí mismos con voluntad, constancia, entusiasmo, alegría y amor productivo, son los pilares que sostienen con firmeza a la familia y forman individuos mas estables emocionalmente, felices, capaces de desarrollar sus potenciales y mas productivos para la comunidad.