La Familia
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Cada individuo por ser un "Ser social" puede ser un posible cimiento para la formación de una familia. Esta es la razón por la cual es fundamental conocerse a sí mismo de una manera extensiva y estar convencido acerca de los papeles que se desea desempeñar en la vida (esposo, padre, profesional, etc.), pero sobretodo tratar de ser lo mas sano posible  mentalmente, entre otros factores que le permitan tomar las mejores decisiones para sí mismo y para quienes le rodean.

Para una mejor comprensión del objetivo de esta publicación,  se hará énfasis en el adulto emergente o adulto joven (más o menos entre los 19 y los 30 años), debido a que en esta etapa es posible que haya alcanzado cierta madurez fisiológica, psicológica y este preparado para tomar decisiones que afectaran su vida adulta. Esta madurez puede verse reflejada en el descubrimiento de su propia identidad, la independencia de los padres, el desarrollo de un sistema de valores, el establecimiento de relaciones, sentido de autonomía, autocontrol y responsabilidad personal.

El adulto joven esta en capacidad de desarrollar el pensamiento formal (pensamiento abstracto y probar hipótesis formales), entre otros tipos de pensamiento y el conocimiento tácito (sentido común). A la vez que debería llegar a la etapa del desarrollo y razonamiento ético y moral utilizando parámetros universalmente aplicables, como: "Actuar y tratar a los otros como le gustaría que lo hicieran con el".

Un individuo entre 19 y 30 años pasa a formar una identidad adulta en donde el poder, la responsabilidad y la toma de decisiones pasa gradualmente de la familia de origen al adulto temprano independiente. Puede llegar a conseguir independencia de la familia de origen (conservando vínculos con ellos), creando expectativas de autoconfianza y autonomía. Desarrolla la capacidad de hacerse cargo de sus propios asuntos, elegir una vocación, establecerse en un trabajo, conseguir un grado universitario, una pareja para el matrimonio y en general trazar un plan de vida. Conoce sus potencialidades, intereses y sabe con que cuenta para lograr sus objetivos.

Este gráfico muestra las diferentes áreas de la vida en las que un adulto joven esta en capacidad de interactuar y que le preparan para continuar su desarrollo como individuo en la comunidad.

El individuo que llega a la etapa de la adultez temprana ha adquirido suficiente conocimiento acerca de sí mismo y esta en capacidad de desarrollar una relación solida consigo mismo. El autoconocimiento, "Qué tanto me explico y me predigo a mí mismo?" lo que lleva al individuo a comprende sus propios valores, metas,  sus cualidades, defectos, habilidades, debilidades, entre otros, y las cosas que dan significado a la vida; con lo que consigue mayor respeto, control, estima y una sana relación consigo mismo.

Cada individuo es único en la estructura de su personalidad, existiendo muchas formas para vivir apropiadamente como seres humanos. El adulto joven posee rasgos de personalidad bastante cimentados con los cuales ha llegado ha convertirse en adulto y le sirven para adaptarse y modificar el medio en el que se desenvuelve.

El ser humano es sociable por naturaleza, por lo tanto necesita de otras personas para satisfacer muchos de sus deseos y necesidades básicas como amor, trabajo en equipo, amigos y conocidos.

La persona madura actua en consecuencia de sus intereses y preocupaciones sociales. Aun cuando trabaje para lograr sus propios fines, generalmente lo hace en un ambiente social y en cooperación con otros (la familia, el ambiente laboral y entre miembros de una comunidad).

Los mejores atributos de una persona vienen del interés y de los sentimientos sociales bien desarrollados, los cuales le permiten sensibilizarse acerca de las necesidades de los demás.

La persona madura al ver y percatarse de las circunstancias de la vida humana, experimenta un sentido de hermandad e identidad con todos los seres humanos, brindando libremente afecto, comprensión y simpatía. Por que todos los seres humanos tienen mucho en común, ninguno es dueño completo de su futuro, ni comprende verdaderamente y completamente las interrogantes de la vida.

Las cálidas experiencias humanas de naturaleza social (una buena relación de pareja, una estrecha amistad) le proveen vigor a la vida y le sirven de tónico al  crecimiento y funcionamiento de la personalidad. Se puede decir que "Las relaciones humanas son una fuerza motivacional".

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